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Primera jornada de Curt Creixent 2022

La primera jornada trató la sostenibilidad y la accesibilidad en la producciones audiovisuales

Por la tarde hubo una sesión de pitching para proyectos en proceso de producción

Se presentó Curts 2022 Vol. 2

Ismael Juárez – València 27 de junio 2022

El lunes 27 de junio comenzó la primera jornada de la octava edición de Curt Creixent. Este año estos encuentros ofrecen tres temas principales, la sostenibilidad, la accesibilidad y la diversidad, junto a otro tipo de tipo de actividades ya clásicas de estos encuentros de la industria del cortometraje en Valencia.

A las diez y media de la mañana dio comienzo esta edición con una breve presentación sobre los contenidos de este año. Abrió esta introducción Abel Guarinos, Director del Institut Valencià de Cultura, la institución pública que reúne las políticas y espacios culturales más importantes de la Comunitat Valenciana. Guarinos, en una breve intervención en valenciano, dio la bienvenida a los asistentes y resumió la programación de las jornadas, antes de de dar paso a Carlos Madrid, director de Cinema Jove. Madrid, subrayó la importancia de la sostenibilidad, la accesibilidad y la diversidad, al afirmar que “no hay que concebirlas como aquello a lo que la ley nos obliga, sino que deberían ser vistas como unas cuestiones morales para la industria del cortometraje”.

Tras él, Dora Martí, Responsable del Audiovisual Valenciano quiso resaltar que la ayuda del ICAA a los laboratorios este año, “nos ayudado a impulsar los proyectos del cortometraje dentro del Curt Creixent”.

Sostenibilidad

A las once la mañana estaba programada la charla sobre sostenibilidad que iba a dar Paloma Andrés Urrutia, de la empresa Mrs Greenfilm. Sin embargo, finalmente quien la realizó fue otra cofundadora de la empresa, Ana Méndez, quien a lo largo de más de una hora entusiasmó a los asistentes sobre una cuestión novedosa, pero de vital importancia, por cuanto que la sostenibilidad, más allá de las cuestiones éticas o morales, es también un requisito trascendental para la obtención de subvenciones y ayudas públicas para la realización de producciones audiovisuales.

Ana Méndez comenzó presentando Mrs Greenfilm, una empresa pionera en España, nacida en 2020, durante la eclosión de la reciente pandemia sufrida, y que se dedica al Eco Management y a la consultoría estratégica de sostenibilidad para productoras de ficción y publicidad. Méndez aclaró que “la noción de sostenibilidad en el audiovisual no es una moda. Ha venido para quedarse”. Y añadió: “Siempre que pensamos en el impacto medioambiental nunca pensamos en la industria audiovisual. Pero lo cierto es que el cine es una industria que, como tantas otras, tiene un impacto.” 

Según la experta, una de las cosas que está cambiando las cosas son los objetivos de desarrollo sostenible marcados por la ONU hasta 2030, algo que según Méndez, ha sido ideado para “salvar a la humanidad, no al planeta. Para poder vivir de la manera en la que seguimos viviendo”. 

De todos los objetivos de esta agenda, algunos se aplican al audiovisual de forma muy relevante. De esta forma, resaltó la importancia de usar energías limpias en los producciones audiovisuales, así como de la necesidad de hacer un consumo sostenible y responsable en las producciones cinematográficas y eventos como los festivales de cine. 

De igual forma, dentro del apartado de los ecosistemas naturales, Ana Méndez, recordó que en España se pretende atraer producciones para rodar en el país y esto, repitió varias veces, “requiere responsabilidad”, ilustrando su explicación con algunos ejemplos, como las consecuencias de la película “La isla” en Tailandia hace dos décadas y que provocó tal afluencia masiva de turistas y la consiguiente degradación de los espacios naturales donde había sido rodada la película, que las autoridades se vieron obligadas a prohibir la entrada a la isla durante quince años.

Pero más allá de las cuestiones éticas y morales que de esta introducción se desprenden, lo cierto es que la sostenibilidad en el audiovisual es ya un hecho irremediable e inevitable. Desde la Unión Europea hay unas directivas muy claras que están obligando a cambiar las normativas y leyes de los Estados a favor de la sostenibilidad. Más aún, las industrias que no se alineen en esta dirección no conseguirán ayudas o subvenciones. Se llegó a pensar que tras la Covid-19 podría haber un retroceso en estos aspectos pero lo cierto es que tras la pandemia ha salido el mayor paquete de financiación para los Estados, “una financiación a la que se le han puesto dos condiciones: la digitalización y la sostenibilidad”.

Antes, la sostenibilidad no manejaba el dinero, pero Méndez afirmó categórica que “por primera vez en la historia la sostenibilidad es lo que condiciona el dinero”.

La financiación del ICAA ha empezado a estar condicionada por la sostenibilidad muy recientemente.  El audiovisual es la única industria que no está regulada porque no se sabe cuánto contamina ni cual es su huella medioambiental. Es en 2022 que los requisitos ligados a la sostenibilidad han llegado a ser obligatorios y se han endurecido las condiciones. También a nivel autonómico.

Grandes plataformas como Netflix o Amazon, son los que más fuerte vienen pisando con la sostenibilidad, según Ana Méndez. “Esto no va de tener buen corazón. Son empresas que tienen inversores que se deben a compromisos. Las grandes organizaciones tienen que empezar a justificar que su actividad es sostenible porque el dinero se está sacando. Están aplicando estándares de sostenibilidad. No solo te dicen tienes que ser sostenible. También están generando una bolsa de dinero para la sostenibilidad.”

A partir de ahí, desgranó los principales elementos sobre los que deben situarse los criterios de sostenibilidad: las emisiones, el agotamiento de recursos, los residuos y la biodiversidad. También enumeró los seis puntos de un producción sostenible: eliminar los plásticos de un solo uso; separación 100% de residuos y reciclaje; eliminar el desperdicio de alimentos; efectuar compras de responsables a nivel de productos y proveedores; un nivel neutro o positivo en carbono; y producciones sin daños significativos para la naturaleza.

Por ello, y teniendo en cuenta la normativa que empieza este año, habló sobre la obtención del sello de sostenibilidad y la importancia de que sean empresas adecuadas las que hagan el cálculo y compensación de la huella de carbono.

En el turno de preguntas se abundó en la diferencia entre grandes producciones y cortometrajes, diferencias que, tal y como está planteada la ley, puede dejar al cortometraje frente a una normativa que no tiene en cuenta sus circunstancias. Ana Méndez estuvo de acuerdo que la ley es insuficiente y contradictoria y que seguramente será modificada en lo venidero. Por un lado, los cortometrajes no crean un impacto tan fuerte como las grandes producciones. Pero al mismo tiempo, los gastos que puede acarrear conseguir el sello (que más tarde ella cifró entre 1000 y 3000 euros) es algo difícilmente asumible para los presupuestos que se manejan en el formato corto. Y aunque no es requisitos indispensable para el cortometraje a la hora de conseguir ayudas del ICAA, sí puede puntuar de manera determinante.

Accesibilidad

Pasada la una de la tarde dio comienzo la charla sobre Accesibilidad, llevada a cabo por Mónica Souto, del CESyA (Centro Español del Subtitulado y Audiodescripción). Como en el tema de la charla anterior, Souto quiso incidir en que ofrecer este tipo de servicios para lograr mayor accesibilidad a todo tipo de públicos es una cuestión de respeto a la ley, pero también de algo que ella quiso remarcar como de contenido social que en sí mismo debería tenerse en cuenta. 

Souto remarcó cómo la ONU “se ha puesto seria con este tema” y ello está arrastrando a las normativas estatales en la dirección de crear servicios de subtitulados y audiodescripción. En este sentido, recordó que cada vez hay más personas con discapacidad auditiva y, debido al uso de las nuevas tecnologías que se están haciendo, especialmente entre los jóvenes, se cree que irá a más viendo la tendencia que ha habido en los últimos años.

Afirmó que las televisiones ven positivamente que los contenidos vengan con subtítulos ya que, de hecho, el 75% de los contenidos en las privadas y hasta el 90%  en las públicas cuentan con subtítulos. “El problema es que están midiendo la cantidad, pero no tanto la calidad de estos”.

La audiodescripción también ha subido, pero mucho menos. Apenas supone unas nueve horas semanales en las televisiones de media y, además, en franjas en las que hay muy poca audiencia.

Souto señaló que con la nueva Ley del Cine “o se mete accesibilidad o no se dan subvenciones. Antes si se hacía, te pagaba. Ahora solo se puede acceder a subvenciones quien acompaña estos servicios de accesibilidad a las producciones.” Los precios de mercado para ello los situó “entre 1000 y 2000 euros.” Además, indicó, que la nueva ley ha reservado una cuota de trabajadores con discapacidad.

Por otro lado, también sostuvo que la accesibilidad “no es solo cosa de las películas, también de los festivales” y remarcó ejemplos como el de San Sebastián, donde se llegan a utilizar subtítulos de hasta tres idiomas diferentes. 

El sello de certificación de accesibilidad del ICAA lleva activo desde el 2016, aunque un tercio de los sellos expedidos son del último año. Souto está segura que “llegará el día que no solo valdrá el sello, sino que habrá que estrenar con el sello.” E insistió: “Ya no es futuro, es una realidad que irá a más”.

Sesión de Pitching

A las cuatro de la tarde tuvo lugar la sesión de pitching para proyectos en proceso de producción. El jurado estuvo formado por Jonay García (Digital 104); Susana García Rams (Màster d’Animatió de la UPV); Olimpia Pont (Festival de Cine Europeo de Sevilla, Festival de Cine de Sarajevo); y Ana Méndez (Mrs Greenfilm).

Sil Mares presentó En recuerdo de Lupi, un proyecto de ficción en la últimas fases de guion y que cuenta con el apoyo de la Universidad de Valencia.

David Gaspar presentó Zona 0. Autorretrato de un maltratador de océanos. Un documental apoyado por Greenpeace y que ya tiene algunas partes rodadas.

Gerardo León y Alberto Corraliza llevaron Ruido, un proyecto de animación aún en una fase temprana de  preproducción.

Y el último proyecto, Cae la noche, fue presentado por Julu Martínez. Un proyecto de ficción que lleva tres años de desarrollo y que busca productora para llevarlo a cabo.

Presentación Curts 2022 Vol. 2

A las ocho de la tarde se presentaron los cinco cortos que componen el segundo volumen del catálogo valenciano de 2022. Con un lleno prácticamente total, se proyectó el documental The Way I Welcome You, de Amparo Fortuny; el corto de animación Chimborazo, de Kelia Cepeda; la ficción Pasando Teruel, de Manuel Omonte; el documental El Maestrat Filmat, de Fermín Sales; y la animación Papirola , de Fabián Molinaro San Martín.